sábado, 24 de marzo de 2007

Gayatri 1 Enero 2005

ayatri 1 enero 2005


Om ajñana-timirandha sya jñanañjana- shalakaya
Chakshur unmilitam yena tasmai shri gurave namah


Yo nací en la más oscura ignorancia, y mi maestro espiritual me abrió los ojos con la antorcha del conocimiento. A él le ofrezco mis respetuosas reverencias.Guru Guita del Skanda Purana
El gayatri mantra es la suma total y la perfección del conocimiento védico, porque sus sagradas vibraciones nos aproximan a Dios instantáneamente. Pero debemos reconocer que somos inexpertos en el arte de lograr una aplicación práctica de tan divino obsequio. Debemos reconocer que nuestra personalidad es compleja, confusa y difusa y por lo tanto presenta problemas a la hora de procesar y decodificar la santidad que se expresa en la vibración védica.
No hay enemigos fuera de nosotros mismos. La causa de cualquier defecto debemos encontrarla en nuestros propios miedos. De modo que el maestro espiritual ofrece la medicación precisa, repetir una y otra vez el sagrado mantra en medio de nuestras miles de emociones diferentes y contradictorias, de modo que podamos impactarnos e incorporar la divina esencia que nos bendice. El maestro Espiritual es el puente que nos conecta con la distancia que nos separa de la realización de Dios, nos une a una santidad mayor y desintegra cada uno de nuestros aspectos mentales y emocionales cuestionables.
En este primer día del año, debemos formular un voto: arreglar durante los próximos días, nuestros líos emocionales, las áreas más elementales de nuestra vida, la raíz de la envidia, la lujuria, la envidia y la arrogancia. Nosotros no somos malvados carentes de medicina. La maldad no puede triunfar sobre nuestra férrea voluntad de lograr la meta. Estamos destinados a ser santos.
Si subsanamos los obstáculos y los malentendidos, estaremos capacitados para comprender aspectos vitales de la vida espiritual. Porque aquello que comprendemos se refleja en nuestras acciones y éstas, nos conduce a mayores niveles de santidad. Los devotos debemos reflexionar sobre los significados profundos de las 24 silabas del gayatri, de sus implicancias prácticas sobre nuestras vidas corporales, mentales y en nuestro nivel de almas puras. Esta reflexión debe ser un proceso de conocimiento constante. En nuestra interpretación, conocimiento, significa vivencia de la perfección espiritual en aras del cielo, por amor a Dios.
El conocimiento que no es vivencia es una falsa construcción que vive en lo externo y por lo tanto es acumulación de información inútil que no logra borrar los trazos del yo y mío, del poder y del tener.
La información que no se hace vivencia espiritual nos separa de la vida.
Necesitamos comprender las reglas y regulaciones que nos conducen a la verdad del ser, y para ello no debemos adaptarnos de un modo superficial a practicas que no se constituyan matrices para nuestro andar por este mundo.
La vida, es cambio sobre cambio, y por lo tanto, la primera lección que debemos aprender es que debemos ser reflexivos; “ilumina mi intelecto” oramos cada día con nuestro cordón sagrado.
Si somos sinceros, esta plegaria petición nos alejará de la estrechez de una mente débil, de la intolerancia y los desaciertos de los idealismos quiméricos creados de un modo artificial y, por los deseos que anidan en nuestra mente.
Estamos llamados a despertar a la realidad espiritual. Es nuestro derecho de almas encarnadas en un cuerpo humano, único capaz de realizar plenamente la vivencia de un Dios Viviente.
En este primer día del año, debemos decirnos a nosotros mismos: ha llegado la hora de vivir! Dios, Dios de mis sueños y esperanzas, minuto a minuto, a cada segundo, quédate junto a mí, dame la gracia de vivir cumplimiento tus mandamientos y que nunca me separe de ti. (Al estilo de la plegaria que da inicio a la Amidá, o Shmoné Esré las 18 plegarias íntimas del pueblo judío).
Que todos seamos felices, que el Dios Viviente que se nos ofrece gratuitamente en forma de 24 silabas sagradas, ilumine cada paso que demos en este año y que las almas construyan constantemente moradas para que Su amor, en este mundo.