lunes, 26 de marzo de 2007

Gayatri 22 de Enero

Los Gayatrines y la Espiritualidad Comparada (Ultima Parte sobre el Cristianismo)

Nuestra oración refleja nuestra actitud hacia Dios, y nuestra actitud hacia Dios se refleja en nuestra oración. Y puesto que esta actitud no es idéntica en todos, la manera de orar no lo es tampoco.

Oración en alta voz y oración silenciosa.
¿Qué es mejor? Orar con los labios u orar con el espíritu? Es necesario usar las dos formulas; a veces orar con los labios, a veces con el espíritu. Es, sin embargo, necesario explicar aquí que la oración mental, también supone el empleo de palabras, que en ese caso no se escuchan desde afuera, sino que son solamente pronunciadas en el interior del corazón. Mejor valdría decir esto: orad a veces con palabras sonoras, a veces silenciosamente con palabras que no se escuchan. Pero es necesario velar para que la oración, en alta voz o silenciosa, llegue al corazón.
Una actitud corporal firmeEntre las actitudes corporales, hay algunas, que parecen particularmente propias para armonizarse con al oración interior y le son inseparables. Nuestro objetivo debe ser permanecer con la atención en el corazón y conservar todo el cuerpo en una vigilante tensión de los músculos, sin permitir que nuestra atención sea influenciada o distraída por las impresiones exteriores de los sentidos.

La oración del corazón
Toda oración debe venir del corazón. Cualquier otra oración no es tal. Las oraciones de los manuales, las propias oraciones, las oraciones más breves, todas deben brotar de nuestro corazón para ir hacia Dios ante quien nos presentamos.

Lo fundamental
Lo fundamental es permanecer en Dios con el intelecto en el corazón, y continuar manteniéndonos así ante él, sin cesar, día y noche, hasta el final de la vida.