sábado, 24 de marzo de 2007

Gayatri 19 Enero 2005

Gayatrines y la Espiritualidad Comparada (2)

6. San Macario desarrolla la noción del corazón: "El corazón gobierna todo organismo corporal y reina sobre él, y cuando la gracia posee al corazón, ella gobierna todos los miembros del cuerpo y todos los pensamientos, pues es en el corazón que se encuentra el intelecto y todos los pensamientos del alma, así como sus deseos; por su intermedio la gracia penetra igualmente todos los miembros del cuerpo". "El corazón no es más que un pequeño navío y, sin embargo, se encuentran leones, dragones, criaturas venenosas y todos los refinamientos de la maldad; senderos rugosos y ásperos y los abismos abiertos. Pero también está Dios y los Ángeles, la Vida y el Reino, la Luz y los Santos, la Ciudad Celeste y los Tesoros de la Gracia. Todo está allí". 7. El corazón no se confunde con ninguno de los tres elementos constitutivo del hombre (físico, mental y espiritual), pero está ligado a cada uno de ellos. Cuando los místicos ortodoxos hablan del corazón hablan entre otras cosas, de un corazón carnal, un músculo del cuerpo y es necesario que se entienda solo como una metáfora o un símbolo.8. El corazón está ligado, al psiquismo del hombre: su alma; además, el corazón está ligado al espíritu, como dice Teòfano: "el corazón, es el hombre profundo, el espíritu. Es en el que se encuentran la idea de Dios, la conciencia y nuestra dependencia total en relación con la espiritualidad". 9. Sabiendo esto, es posible comprender en alguna medida lo que Teòfano quiere decir cuando describe la oración como el estado de aquél que "se presenta ante Dios con la inteligencia en el corazón" Durante todo el tiempo en que la persona ora con el intelecto en la cabeza, actúa con los recursos de la inteligencia humana y, a ese nivel no realizará jamás un encuentro personal e inmediato con Dios. Mediante el uso de su cerebro él puede saber algo respecto de Dios, pero no puede conocer a Dios. En efecto, no puede tener conocimiento directo de Dios sin un amor muy intenso, y un amor semejante debe venir solamente del cerebro, sino del hombre entero, es decir, del corazón. Es necesario, pues, descender con la cabeza al corazón. No se pide abandonar las potencias intelectuales - la razón es un don de Dios-, pero debe descender el intelecto al corazón.10. Comienza entonces el descenso al corazón natural y, de allí, al corazón profundo, en ese lugar donde ya no es una mera realidad carnal. Allí, en esas profundidades, descubre la unidad de su espíritu con Dios, de esa manera se pasa la frontera miseriosa que separa lo creado de lo increado.11. Del mismo modo que hay en el hombre tres elementos, hay tres principales grados de oración: la oración vocal corporal; la oración del intelecto y la oración del corazón, o del intelecto en el corazón. Teòfano dice: "deben orar, no solamente con las palabras, sino con el intelecto; y no solo con el intelecto, sino con el corazón, de modo que el intelecto y comprenda y vea claramente lo que las palabras significan, y que el corazón sienta lo que el intelecto piensa. Todo esto constituye la oración verdadera, y si uno de estos elementos falta, o bien la oración es imperfecta, o bien no existe".12. El primer tipo de oración, vocal o corporal, es la oración de los labios y de la lengua. Consiste en recitar en voz audible la oración, leerla o cantarla. A medida que la oración se interioriza, la recitación exterior se hace más importante. Basta que el intelecto piense interiormente la oración sin movimiento de los labios; sucede que así que el intelecto ora sin palabras. Pero esto no es suficiente, en este segundo grado de oración, la oración permanece en la cabeza o en el cerebro por lo tanto es incompleta. Es necesario descender de la cabeza al corazón. "Encontrar el lugar del corazón", "hacer descender el intelecto en el corazón", "unir el intelecto con el corazón". Entonces cuando esto sucede, la oración llega a ser verdaderamente la "oración del corazón". La oración no de una de las tres facultades, sino del hombre entero: alma, espíritu y cuerpo. La oración no solo de la inteligencia, de la razón natural, sino del espíritu con su poder particular de entrar en contacto directo con Dios.13. Pero esto no es fácil. La oración del corazón toma formas diferentes: Teòfano dice: "es ardua, cuando el hombre se esfuerza por alcanzarla por sí mismo", y la otra "espontánea, cuando la oración existe y actúa por sí misma". En el primer grado, la oración es algo que todavía el hombre ofrece mediante su propio esfuerzo conciente, ayudado naturalmente por la gracia de Dios. En el segundo grado, la oración es otorgada al hombre por una gracia, como un don celestial, dice Teòfano: "el hombre es llevado de la mano de una habitación a la otra, dentro de su corazón, no es el hombre el que ora, sino que Dios ora en él". Este tipo de oración viene de tiempo en tiempo o en estadios avanzados es incesante. En el segundo caso, ocurre siempre, de casa y por camino, al levantarse y al acostarse. "Escribas, hables, camines o juegues, se despliega en tus sueños y te despierta en las mañanas", dice Teòfano.14. A partir de ese momento la oración toma forma de "oración mística", en la forma restringida del termino dicen los ortodoxos. Teofano dice que es "oración contemplativa" o "la que sobrepasa los límites de la conciencia" En el estado de contemplación, "el intelecto y la visión toda entera se hace cautivo de un objeto espiritual tan irresistible que todas las cosas externamente son olvidadas y enteramente ausentes de la conciencia. El intelecto y la conciencia son sumergidos tan completamente en el objeto contemplado que es como si no se los poseyera más". Teofano agrega: "este estado es de contemplación, una oración de éxtasis o de arrobamiento".15. Mientras el practicante se esfuerza por pasar de la oración vocal a la oración del intelecto en el corazón, se encuentra ante dos obstáculos principales: su pasión y su imaginación. La palabra pasión no es solamente la concupiscencia y la cólera. Pasión es algo más profundo dicen los Padres del Desierto y los místicos de la oración del corazón: Todo deseo malvado, toda envidia. Las pasiones se clasifican tradicionalmente como sigue: la gula, la concupiscencia, la avaricia, la tristeza (incluye la envidia), la cólera, la acedía, la vanagloria y el orgullo. Estos ocho demonios o malos pensamientos vienen de la misma raíz el amor por sí mismo que consiste en preferirse antes que a Dios y al prójimo. Es por eso que el orgullo es la principal y más nociva de todas las pasiones. El camino hacia la oración pura es un camino moral que supone una disciplina de la voluntad y del carácter. La disciplina del intelecto debe acompañar a la disciplina moral. No son únicamente los pensamientos apasionados los que obstaculizan la oración interior sino todas las imágenes, estén o no acompañadas de un movimiento pasional. La imaginación, facultad por la cual formamos imágenes mentales más o manos vivas sobre nuestras aptitudes, no tiene más que un lugar restringido en la obra de la oración, y teòfano dice que "no tiene ningún lugar". "No admitan ninguna imagen o visión". "Separen del intelecto toda imagen", "en la oración, la regla más simple es no formarse ninguna imagen de cualquier tipo", "aquel que no ve nada en la oración, ése ve a Dios". 16. Nuestro intelecto habitualmente es disperso en una gran diversidad de imágenes y pensamientos, esto debe ser unificado, llevando de la multiplicidad a la simplicidad y al vacío; de la diversidad a la sobriedad. Se debe purificar de toda imagen mental, de todo concepto intelectual, hasta ser solo conciente de Dios invisible e incomprensible. Este es un estado de oración pura, pues no-solo debe purificarse de malos pensamientos sino de todo pensamiento.17. la oración del corazón es una oración de sentimientos, y ese es precisamente lo que distingue de la oración del intelecto. Entre los sentimientos que menciona Teofano y otros, se encuentran tres de particular interés: 1) Una especie de tristeza que hiere el corazón, 2) un sentimiento de cálida ternura, 3) el fuego del espíritu, el calor de la gracia en el corazón. "Debemos velar con cuidado para que nuestros sentimientos en la oración no sean manchados por el aguijón del placer sensual. Si no se vela por ello, es fácil caer en el hedonismo espiritual, desear la dulzura en la oración como un fin en sí mismo. Esa es una de la formas más perniciosas de la ilusión (prelest). Los frutos de la oración no son el calor o la dulzura, sino el Amor de Dios", dicen los Padres del Desierto y Teòfano".18. Entre muchas oraciones simples para alcanzar la plegaria interior, la "oración del corazón" alcanzó una influencia inusitada en los creyentes orientales católicos. La oración que habitualmente se recita es la siguiente: Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de nosotros, pecadores". Diez palabras y 21 silabas.19. En las corrientes católicas ortodoxas, es común utilizar un rosario conocido por el nombre de vervitsa, lestovka o tchotki, este rosario difiere con el que se conoce en occidente porque es una cuerda de lana u otro material, en el cual se ha hecho nudos, de modo que se evita la producción de cualquier ruido.Desde el punto de vista histórico, la Oración de Jesús u Oración del Corazón, dicen los ortodoxos que se remonta al antiguo testamento, porque allí se tenia preferencia por el Nombre de Dios. El Nombre de Dios era considerado como una extensión de la persona, como una revelación de su ser y como una expresión de Su poder. El cristianismo tomó al nombre de Jesús como divino porque es el nombre del Dios encarnado. En el nuevo testamento el nombre de Jesús es de particular importancia: (San Juan 16, 24,23), (Hechos 4,10-12), (Filipense 2, 9-10), (1Cor. 12,3), (Lucas, 18,38), Lucas, 18,13), Así es como la formula completa de la oración de Jesús se estructura: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí,".