sábado, 24 de marzo de 2007

Gayatri 20 Enero 2005

Gayatrines y la Espiritualidad Comparada (3)

20. Se desconoce si los seguidores de Jesús utilizaban esta plegaria mientras Jesús predicò en Israel, la oración que aparece en los evangelios "señor Jesús Hijo de Dios, ten piedad de mì, pecador" no es una evidencia que era una oración de todos los seguidores. Si se sabe por la documentación y los textos que el monaquismo egipcio del siglo II, III, IV y V, le atribuìan gran importancia a la "oración del Corazón". Permanentemente insisten que los monjes en el desierto (Padres del Desierto) deben practicar constantemente en el interior, la "meditación secreta" o "el recuerdo de Dios". Parece que en los tiempos primitivos del cristianismo de los Padres del desierto, la oración simple de pocas palabras era la base de la espiritualidad cristiana. La fecha histórica documentada más antigua sobre la oración de Jesús es del siglo III. Diàdoco de Fotice, San Nilo de Ancira, Abad de Filemòn, el eremita egipcio, San Dositeo, Barsanufio, juan de Palestina, San Juan Clímaco, hesiquio de Sinay, San Macario, entre muchos santos y anacoretas, son todos padres que practicaron y enseñaban a los monjes la oración del corazón en los primeros siglos del cristianismo.
21. Con el tiempo, la Oración de Jesús formó un cuerpo doctrinario, muchas veces escrito pero la mayoria de las veces, oral. Toda la obra de enseñanza de la Oración de Jesús, se llamó "hesicasmo" (hèsychia= tranquilidad, reposo, quietud), los que siguen estas practicas y enseñanzas se llaman hesicastas. Estrictamente el hesicasmo comprende todas las formas de oración interior, pero en la practica, casi toda la enseñanza está referida a la Oración del Corazón.
22. El siglo de oro del hesicasmo fue entre el 1300 y 1400, participaron de ese movimiento San Gregorio de Palmas, Nicodemo de la Santa Montaña; luego, San Serafín, Teofano el recluso, etc.
23. "El principiante debe recitar la oración simple, lenta, dulce, apaciblemente, cada palabra debe decirse con recogimiento, sin prisa y sin énfasis. La oración no debe ser forzada ni obligada, debe correr dulcemente, en paz. La oración no debe proclamarse con algún tipo de violencia, aunque sea interior. Es necesario orar sin cesar, con concentración y atención interior, pero también es necesario no mezclar a la oración un sentimiento de obligación, una intensidad provocada o una emoción artificial".
24. de acuerdo a Ignacio, "es conveniente mantener una breve pausa al final de cada oración para mantener atento al espíritu", " un centenar de veces lleva media hora, ciertas personas demoran más y otras recitan más rápidamente". En un "Relato de un Peregrino Ruso", del siglo XIX, el starets, o maestro, aconseja comenzar con una recitación de tres mil veces cada día, luego seis mil y finalmente doce mil; después el discípulo dejó de contar.
25. Los hesicastas a esta simple técnica de repetición constante de la oración, recomiendan un método físico para mantener fija la atención: "una cierta actitud corporal es recomendada a veces, la cabeza inclinada, el mentón apoyado sobre el pecho, los ojos fijos sobre el lugar del corazón. Es necesario la mismo tiempo regular con cuidado la respiración, a fin de ritmarla con la oración del corazón". Estos métodos se describen por primera vez en una obra titulada "Los tres Métodos de Oración y de Atención", de San Simeón, el nuevo teólogo, aunque otros dicen que esta obra pertenece a Nicéforo el Solitario. El autor o los autores se cuidan de no explicitar la técnica, ellos consideran peligrosos los ejercicios respiratorios no controlados por un maestro de la oración. Para apreciar el valor del método físico es necesario verlo dentro del contexto del pensamiento ortodoxo, para ello, se propone tres puntos: 1) los ejercicios respiratorios, son un soporte, un medio, una ayuda para el recogimiento; pero no es esencial para la oración; 2) los ejercicios deben utilizarse con la mayor discreción y restricción, pueden ser peligrosos si se los utiliza mal. "Si se los utiliza sin control del maestro puede arruinar la salud y llevar a la locura, tal como se ha constatado para desdicha". 3) La práctica de la oración presupone pertenencia plena y activa a la comunidad religiosa.