sábado, 24 de marzo de 2007

Gayatri 10 Enero 2005

Para ser practicantes del gayatri debemos ser auténticos, como el compás que tiene dos brazos, con uno debemos establecernos firmemente con voluntad a prueba de cualquier tormenta, en la práctica del mantra; y con el otro, debemos recorrer el espacio con amor y compasión.Somos nosotros con nuestro poder de santificación los que estamos en condiciones de recorrer la ruta con la otra mano del compás y santificar todo a nuestro alrededor. Solo debemos estar firmemente anclados en la práctica sagrada.Estar anclados en la práctica es desechar los pensamientos impuros. Nuestro modo de pensar es un muro que nos impide escuchar la voz de Dios. Detectar la falsedad de nuestras construcciones mentales es el paso más importante. La mente es un recipiente que se construye a partir de los deseos; por sí misma no existe, es la interacción de los sentidos los que crean la ilusión de su existencia. La insatisfacción actual de la sociedad y de los individuos se encuentra en esta verdad. La mente no es mala, lo malo es que nosotros no identifiquemos con su existencia artificial.Respecto a nuestra relación con nuestros familiares, amigos, conocidos y simpatías lejanas, debe adquirir una percepción diferente; no debemos temerle a nuestras limitaciones, ellas están para ser trascendidas. Debemos escapar a la búsqueda desenfrenada de pensamientos mágicos para evitar frustraciones y desencantos. Dios no es un mago, es la magia; Dios es el amor que se encarna en cada corazón y nos exige perfección espiritual. Dios también está en el mercado, pero no es el mercado. Este es el mayor conflicto interno que debemos enfrentar con autenticidad: debemos estar firmemente convencidos que Dios nos habla dentro de nuestro corazón, que nos llama por nuestro nombre, que nos cuida como madre cuando estamos con frío y es la suave brisa cuando el calor nos golpea la cara y sentimos la asfixia. Como arquitectos del alma, como mensajeros de la luz, embajadores del alma, los maestros espirituales de todas las corrientes, están para servir a la causa de Dios, ellos pueden ayudarnos a cruzar este océano de confusión con la luz del amor. Aceptar que todos somos hijos de un mismo Padre y Madre Divinos es una vivencia que no podemos eludir.Las devotas de gayatri ocupan un lugar de privilegio en la hora actual del planeta. Cada mujer tiene un puesto que ocupar en esta tarea de construir moradas para Dios. Nadie puede superar a la mujer en la magna tarea de transformación, sin ella no será posible el nuevo amanecer. En la cultura vedica, la mujer es alabada incluso más que los santos y rishis, porque se entiende que los yoguis, santos y rishis obtuvieron su alta posición trascendental gracias a la figura femenina; también se exalta la figura de la mujer a través de la madre tierra, la madre vaca, la madre gayatri, la madre que nos trae al mundo. Sita y Radha constituyen los ejemplos de entrega y devoción más alto al que pueden aspirar las devotas, todos los textos están impregnados de la santidad que trae al mundo las encarnaciones de las mujeres. Gayatri Vedanta Yoga es misión de predica y tiene como centro de sus meditaciones el nombre y la forma de Dios que se corresponde con la Madre Universal, Gayatri Devi. Cada una de las sílabas del gayatri según las escuelas de los Himalayas se corresponde con una fuerza divina femenina; los devotos de gayatri no solo vemos a la mujer como “madre” es decir, con un amor puro, sin deseos contaminados, con respeto y admiración; también la vemos como una “socia” en esto de construir moradas para Dios. La mujer ocupa un papel importantísimo en el actual cambio que se produce en el planeta. De modo que las devotas de gayatri en una primera instancia trabajan en su interno la “autoestima espiritual”, la autoestima espiritual no es ego y tampoco debe confundirse con orgullo o los derivados del egotismo. Autoestima espiritual se relaciona con estar presente a cada instante del día en “lo que uno verdaderamente es”. Y qué es una devota de gayatri? Entre muchas posibilidades y realidades, la devota es conciencia plena de una santidad mayor que debe instalarse en el mundo. Por lo tanto su compromiso es real y verdadero; ella escucha la voz de la Madre Divina y es capaz de santificar su hogar, ella contempla a la divinidad y por lo tanto su mirada debe transformar el hogar, debe crear espacios de paz y convivencia armónica. Ella sabe que es hija de Gayatri, esposa de un santo, madre de encarnaciones poderosas, amiga de los diamantes más preciados, los gayatrines. Su tarea es inmensa. Su casa debe ser un altar donde el Dios viviente encarne cada día y traiga luz sobre los corazones de los habitantes. Ella es una persistente verdad: ella es una expansión de gayatri que no solo debe realzarse sino colaborar con el esposo y los hijos, los familiares y amigos. De modo que las madres gayatrinas trabajan, quién soy yo? Y ellas se responden: soy una expansión de gayatri y mi misión es ser conciente de mis potencialidades y de todos mis poderes espirituales.Las devotas de gayatri están obligadas a ser concientes de sus poderes espirituales y estos poderes espirituales deben en primera instancia, volcarse sobre los hogares; la cultura vedica establece que el hogar debe tener el canto del mantra y el fuego sagrado y la mujer es la forma misma de la fortuna.